jueves, 11 de julio de 2013

La felicidad que llega sola es insignificante comparada con la que se va a buscar.


La suerte puede parecer generosa cuando la felicidad retoza en zapatos ajenos, ver feliz a alguien puede parecernos fortuna mal dirigida o exageración, sin embargo, nadie sabe la cantidad de Luz de quien alcanza una meta, salvo quien consigue un progreso cumpliendo su verdadera razón de ser. Cuando nos llueven bendiciones es preciso agradecer, valorar y compartir, de esa manera las gracias del creador nunca faltaran en el hogar, pero para encontrar el clímax de la felicidad es indispensable encontrar tu propósito, con ello sembraras tu semilla de ilusión, procuraras los medios para hacerla germinar y trabajaras arduamente para verla florecer. Recuerda que todos sonríen cuando encuentran lo que no han perdido, pero solo algunos conocen la dicha de encontrar lo que siempre han buscado. Hoy dale a tu vida un propósito!
Que Dios Nos Bendiga!

viernes, 5 de julio de 2013

Practica constantemente lo difícil y sencillo te parecerá después.

Vivir en la dificultad no es lo mismo que vivir en el esfuerzo. Mucha gente se escucha hablando sin cesar de su mala fortuna, de sus pocos recursos y de su mala suerte; sin embargo es común que esas personas estén tradicionalmente "muy cómodas" perdiendo el tiempo, quejándose y criticando a todo lo que hay a su alrededor por conspirar en contra de su "Felicidad". Quienes dan la milla extra cuando tienen la oportunidad, son personas que poco tiempo dedican a juzgar y a juzgarse; raramente se quejan de su suerte o de los demás y parece que siempre están atentos a la nueva senda que la luz pondrá frente a ellos. Hoy vive tu esfuerzo, materializa tus proyectos del día y pon atención al océano de tesoros que el creador ha preparado para ti; recuerda que están hechos a la medida de tus talentos y esperan la poderosa magia de tu esfuerzo para convertirse en realidad.
Que Dios Nos Bendiga!

lunes, 1 de julio de 2013

La comodidad constante es el antecedente de la insatisfacción perpetua.

En la vida hay dos momentos, el de pedir bendiciones y el de contarlas o agradecerlas. El primer momento se da comúnmente cuando experimentamos carencia, dolor o preocupación y el segundo que raramente nos acordamos de valorar, se práctica cuando superamos milagrosamente un problema que parecía insalvable. Vivir en la gracia es entender que con la copa llena hasta el borde es momento de agradecer, pero también es la hora precisa de empezar un nuevo reto, o buscar una copa más grande; en pocas palabras, fijar un punto en el infinito que nos mueva a trabajar, a dar lo mejor de nosotros y desde luego a sufrir un poco; esto significa que hay que salir de la comodidad de la poltrona, sacudir el cuerpo e ir por mas, afinando los sentidos, buscando nuestros límites y pidiendo el auxilio de la mano divina para que nos dé la oportunidad de llegar muy lejos. Hoy despabílate, agradece y ve por todo, la carencia no tiene por qué llegar!
Que Dios Nos Bendiga!