El término alivio implica la liberación de una carga; tan grande como la carga, resulta el placer de liberarte de ella. Un dicho mexicano afirma que no hay mejor salsa que el hambre, ni mejor sazón que el tiempo de haberla sufrido. Quien carece de hambre por el éxito, la libertad y la prosperidad, difícilmente puede generar un cambio substancial para sí mismo o para el género humano. Hoy recuerda que para aliviar tus penas es preciso apreciarlas y aprovechar la energía que producen actuando proactivamente y con entusiasmo, eliminando del horizonte el desgano y la victimización y haciendo de tus circunstancias un trampolín al éxito y no un vacio a la perdición.
Que Dios nos Bendiga!
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