Un día me dijo una amiga con cara de felicidad, que si seguía evitando gastos de placer y continuaba ahorrando, en poco tiempo podría tener una cantidad sustanciosas de dinero para hacer una casa mejor; Recuerdo a un compañero estudiante de karate exhausto por el ejercicio, que aseguraba: De seguir asistiendo a clases 4 dias por semana, en un año obtendré el grado de maestro cinta negra; Recuerdo la alegría de otro amigo que trabajando 15 horas diarias me decía al final de un día de estrés: Si las cosas siguen así, con el próximo proyecto seguro podré pagar la hipoteca de mi casa y cambiar mi carro por un Premium; Todas estas historias hoy realizadas contrastan con las que nunca terminar en las personas que lloriquean porque no les ajusta el gasto, o futbolistas que brincan a la cancha con la mueca de quien solo quiere salir de ahí, y la del empleado que en un chillido dice estar arto porque no se acaba el trabajo y su jefe es un tirano que exige perfecciones inalcanzables. Hoy agradece lo que te puede dar sacar de tu ser hasta el último aliento, la bendición de sufrir ahora para obtener algo mejor mas tarde y la oportunidad de conocer a un perfeccionista que te llevará a encontrar lo mejor de ti.
Que Dios Nos Bendiga!
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