La dicha de llegar a la meta, nace con la aceptación del camino para alcanzarla.

Es común escuchar a la gente inmediatamente después de obtener un gran logro hablar de su experiencia como algo "maravilloso", sin embargo, después de una breve euforia parece que el evento les parece indiferente. Porque personajes que luchan por una meta, se desvanecen al apenas alcanzarla? En un libro leí la historia de un personaje que invirtió toda su juventud en construir una escalera para pasar al otro lado de un inmenso muro y al completar la hazaña, descubrió que no le gustaba en absoluto lo que encontró al otro lado. La enseñanza que atesoro, es que antes de elegir una meta debemos encontrar un camino que en el trayecto prometa tanta alegría como la que suponemos se encuentra al alcanzar el destino.
Que Dios Nos Bendiga!