Me incomoda la gente que acusa a los demás de soñadora o de no tener los pies sobre la tierra, entiendo que hacer castillos en el aire no es suficiente, pero no es malo estar lleno de ilusión, por el contrario las mejores cosas de la vida empiezan con ese producto. Para llegar a hacer los sueños realidad, primero es necesario tenerlos, después es indispensable disposición para actuar y hacer algo de valor, mejor si es útil y se hace en el sentido correcto. Planificar, tomar riesgos y trabajar, son acciones que demandan de nuestro valor, intelecto, talento y esfuerzo, sin embargo, lo más importante para recorrer el camino adecuado es la fe, cuando este insumo le aporta energía a nuestros esfuerzos, no hay más remedio que lograr lo que tanto anhelamos.
Que Dios nos Bendiga!
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