Todos provenimos de la misma fuente, nuestro origen es el mismo y en lo mas profundo de nuestro génesis todos somos uno. A medida que nos alejamos del origen perdemos la sintonía con nuestro principio creador, nos apartamos de el y se desintegra nuestra conciencia original, al pasar de la mas alta dimensión hasta este universo físico encontramos distracciones, emerge el ruido, la obscuridad, el temor y el caos. Este proceso no nos reduce, por el contrario nos engrandece porque permite que conozcamos la necesidad y valoremos el poder de satisfacerla, gracias a el caos podemos buscar y encontrar, luchar y triunfar, sentir y gozar. ¿Como entender que alguien se aleje de la perfección con el único objeto de regresar a ella pero con los ojos vendados? ¡Suena absurdo! Sin embargo, ¿Tu que conoces la perfección de un niño, crees que es absurdo que juegue a las escondidas? La vida es un juego que consiste en encontrar la luz detrás de una tormenta, somos libres de movernos para salir de ella, de elevarnos por encima de ella, o simplemente de esperar que pase, sin importar la manera en que tratemos de superarla, al final el cielo se despejará y brillará la Luz.
¡Que Dios nos Bendiga!
Si prefieres jugar acompañado, Compartelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario