Algunas personas tienen la oportunidad de hacer una gran fundación, recaudar millones de dólares y llegar a los mas recónditos lugares del mundo para entregar despensas medicinas o computadoras a la gente necesitada. Todas esas muestras de amor son indispensables para cambiar el rumbo de nuestro planeta y pronto lo vamos a lograr; sin embargo hasta hoy sus efectos palidecen ante las necesidades cada ves mayores de pueblos enteros mermados por el abuso, la corrupción y otros vicios que han llegado al zenit de la maldad y la violencia en estos tiempos. El ansia por el poder, el afán por concretar la dominación de los muchos por los pocos y un egoísmo rampante han hecho de nuestro suelo un coto de caza en que parece que solo destruyendo se puede sobrevivir. En algunos casos la acumulación de dinero sorprende por su tamaño y pocas personas en oriente y occidente pueden dilapidar fortunas a lo largo de tres vidas y aún así seguirían siendo absurdamente millonarios, mientras miles de niños sufren a la intemperie, con hambre y enfermos por males que se pueden aliviar con peniques, migajas de pan o remedios caseros. Quizás hoy somos muchos los que no podemos hacer una de esas fundaciones, pero la Internet nos da la oportunidad de escribir ideas y experiencias sencillas, que poco sacian el hambre y apenas curan a una persona, pero que pretenden arrancar un suspiro, inducir una sonrisa o producir un hálito de esperanza.
A todos los que nos dan la oportunidad de entregarles estos cortos momentos de reflexión en Rusia, Islandia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Venezuela y México, les agradezco la oportunidad de dar que nos regalan. Tal vez nuestra oferta es algo sin valor económico, pero les aseguro que va cargada de amor y su atención nos estimula y compromete porque queremos dar mas e invitar a otros a intentarlo. Por regalarnos un minuto de su atención ¡Gracias!
!Que Dios nos Bendiga!
Dar un pensamiento no cuesta nada, agradecer que lo leas ¡No tiene Precio! Comparte nuestro agradecimiento.
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