Los momentos no tienen peso ni densidad, no los puedes subir a una balanza ni guardar en un recipiente, el único y mas grande momento de tu vida es el presente, has de el algo memorable. Según las enseñanzas del maestro, es obtuso calificar nuestras vidas a partir de lo bueno y lo malo que nos ha pasado. Todas nuestras experiencias son edificantes y de ellas hay que obtener las enseñanzas que el creador nos da para cumplir una misión perfecta. El único lugar en el que podemos recobrar algo del pasado es en nuestra memoria y el objeto de hacerlo debe servir para enmendar hierros, crear maravillas o disfrutar de aquello que nos cubrió de satisfacción. Cuando un recuerdo nos atormenta, es posible que solo observemos el dolor que nos causó y lo retrotraemos a nuestro presente, esa angustia es un velo que nos impide analisar las circunstancias del instante y evita que saquemos con éxito la enseñanza subyacente; Por ello, es importante analisar desde distintos ángulos cada momento difícil, desactivando la memoria de dolor y develando la verdad que nos permite aprender la lección. Cuando entendemos el mensaje de una "mala experiencia", retiramos un gran paño negro de nuestra consciencia y producimos una enorme cantidad de luz que nos guiará hacia nuevos y mejores retos. Mientras los recuerdos dolorosos abrigan la posibilidad de aprender y generar luz, los recuerdos agradables son linternas en potencia que nos servirán siempre. Tan solo recordar un momento de felicidad es suficiente para ponernos en modo de sanación y asención, en cada recuerdo de felicidad encontraremos alternativas para generar nuevos momentos que ampliarán nuestras recervas de Luz. Hoy recuerda esa primera risotada de tu bebé; disfruta los efluvios del aromatico café de la mañana; piensa en el sonido de las olas en la playa; goza la entrega de aquel copioso pago por tu esfuerzo y siente nuevamente la emoción de aquel "si" que te lleno de ilusiones. Para combatir la mas espesa obscuridad, solo hace falta una pequeña fuente de Luz. Que Dios Nos Bendiga!
Si te gustó compartelo, quizá tu vela pueda prender el pabilo de muchas mas.
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