miércoles, 18 de julio de 2012

Crecer duele pero estancarse aniquila. Supera el dolor y alcanza la felicidad!.

Recuerdo el concejo dado a mi padre por un exitoso empresario cuando lo visito un día en sus pequeñas pero acogedoras oficinas. El empresario lleno de nostalgia le dijo "Nunca crezcas! Conserva esta  tranquilidad y control de las cosas que te rodea", mi padre lo entendió como lo que fue, una autentica recomendación procurando su bienestar. No obstante la bondad de la recomendación y la admiración de mi padre hacia quien se la dio, estoy seguro que no determinó sus esfuerzos, pues a el mas que  importarle el tamaño de sus proyectos, siempre le ha ocupado  hasta la mortificación la calidad y servicio a los demás que el beneficio comercial. Curiosamente, mi padre también me enseño conceptos como: Dar la milla extra en cualquier carrera; E influenciado  por una asociación religiosa, la importancia de la mortificación y el sacrificio. Sin juzgar a mi padre quien en materia religiosa actúa de acuerdo a la dirección de sus guías espirituales, siempre he pensado que la orden se equivoca con el uso y valor de la mortificación y el sacrificio; particularmente cuando promueve practicas como el "Silicio" que efectivamente mortifican pero no  producen mas que dolor y tristeza. Actualmente he visto que el dolor que no procura felicidad o es producto de arriesgarse para alcanzarla, es mucho menos que  positivo y por ningún motivo es causa de santidad.  Por otro lado, recuerdo la parábola de los talentos (Mateo 25, 14-30),  donde se advierte la obligación de crecer hasta donde den nuestras capacidades y producir tanto como sea posible, ya que eso es lo que ofrecemos a quien nos creo y también en ello encontraremos la felicidad que el nos otorgará. Consciente de que el mayor esfuerzo y sacrifico implican también tomar riesgos y sus consecuencias, cuando sufrimos por lanzarnos y caer, es cuando la mortificación y el dolor son verdaderamente causas de santidad si conservemos la esperanza, la fe y volvamos a intentar. Hoy recuerda que tu deber incluye hacer tu mayor esfuerzo para prosperar y ser feliz haciendo dichosos a los demás, esto incluye: Encontrar la mejor pareja; Hacer los mejores negocios; Y ser tan feliz como te sea posible. Si en el proceso encuentras obstáculos y tocas piso una y otra vez, recuerda que ese sufrimiento es sagrado en la carrera hacia la felicidad, y que perseverando finalmente vencerás! Que Dios Nos Bendiga. 

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