El Viejo Sabio.

El ser humano nunca se encuentra mas cerca de la Luz que cuando nace o está a punto de morir. Cuando nace revela la chispa de una nueva vida, su pureza su fragilidad y sus incontables posibilidades alegran al mundo y le inspiran toda clase de buenos augurios. Cuando los años pasan perdemos la inocencia, vagamos por la vida con una maleta a la que queremos atiborrar de alimentos para el ego, de bienes y tesoros de este plano que como los petalos a la flor son lo primero que nos abandona al final del camino. Cuando lleguemos a la edad preciosa en que se aprecia mas un buen recuerdo de victorias pasadas que el hecho de repetir la gloria, entonces veras con otros ojos, observaras desde la perspectiva del alma y surgirá el verdadero valor de tu vida. Se contabilizaran tus recuerdos por el valor que dan a otras almas, por su utilidad para salvar una vida, obtener una caricia o arrancar una sonrisa. Entonces se alegrará el espirito por la satisfacción del hecho valioso, trascendente y compartido en el que la gracia obtenida no es de uno sino de todos, cuando por causa del esfuerzo propio el beneficio fue extendido mas allá de nuestras pertenencias y mas allá de nuestra propia vida. Recuerda que como el aleteo de una mariposa puede generar un tsunami al otro lado del mundo, así nuestros actos buenos trasforman la faz de la tierra. Hoy llena tu maleta mientras te quedan fuerzas de ciencia y no de pertenencias, entrega al mundo al final de tu vida un millar de consejos sabios y no una cuenta bancaria que desgarre a quienes quieres, el mejor legado es un buen ejemplo de vida, es sembrar el anhelo en el prójimo de recibir tu guía y entonces te amaran por lo que eres y no por aquello que fuiste.    

Que Dios Nos Bendiga!