Las satisfacciones del trabajo son tantas que hay trabajos que algunos pagaríamos por hacer. En realidad la necesidad de trabajar supera en muchos casos el premio que obtenemos por hacerlos, por ello es común que algunos puestos con títulos muy elaborados o dotes importantes de autoridad sean atractivos para la gente aún cuando los sueldos con los que se premian no lo sean del mismo modo. En la actualidad algunas personas pragmáticas consideran que sin importar el titulo, ni otras banalidades, el cheque al final de la quincena es lo que les hace el día en su empleo, sin embargo el concepto es falso, ya que en un buen trabajo también premia por el nivel del servicio, la calidad de los productos y la autoestima que genera el saber que aquello que haces entrega valor y singularidad a quien lo recibe. Los seres humanos estamos diseñados para aumentar el valor de lo que el creador nos da y servir con ello a nuestros semejantes, solo sirviendo a los demás nos sentimos verdaderamente plenos y satisfechos, por eso al final del camino, no cuides solamente lo que acumulas a cambio de lo que haces, haz mucho mas compartiendo y asegúrate de que tu trabajo siempre ayude a los otros en el camino, si lo haces, cumplirás tu encomienda en la vida, trabajaras con alegría y estarás agradecido con tu creador quien sin duda te enviará mas bienes para que los trasformes y seas ejemplo para quienes viven a tu alrededor.
Que Dios Nos Bendiga!
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