Empezar y resistir.

En todas las rutas parece tan difícil empezar como terminar. Todos los caminos tocan un punto de no retorno, ese lugar donde resulta mas difícil el regreso que la continuación, sin embrago la realización es un camino resbaladizo en el que se avanza sobre una cuesta cada vez mas acusada, en ese camino la dificultad de emprender la marcha es mínima comparada con el esfuerzo que implica continuar en ella. El camino a la realización no permite descanso, al parar resbalas hasta el principio y el desanimo y la renuencia pueden vencer al mas experimentado marchante. Recuerda que el ultimo tramo de la carrera se distingue por ser aun mas complicado, el andar se vuelve lento, los metros parecen kilómetros y los minutos  siglos, entonces si te resistes a desfallecer surge tu verdadero "Yo", ese que vive atrapado en tu corazón y que al ser liberado desprecia los límites propios e impuestos, ese ser magnifico que te conecta con la fuerza del creador y dice ¡Si puedes! Ese impulso que brota al ver la meta cercana y que te da un nuevo aliento, un segundo aire y la renovación del espíritu. Ese ser siempre está dispuesto en tus adentros, pero sale de su encierro solo cuando luchas sin cuartel, cuando renuncias a todo excepto a alcanzar tus sueños, entonces de tu mente surge lo impensable, tu fuerza cobra singular vigor y tu valor ahoga cualquier miedo. Hoy recuerda que el coloso duerme dentro de ti y despertarlo exige: primero observar siempre la meta, segundo emprender la marcha y tercero resistir sin claudicar, sin mas, tarde o temprano el gigante vendrá por ti y te llevará a la cumbre.
Que Dios Nos Bendiga!

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